jueves, 19 de mayo de 2011

Adelgazar dietas

Adelgazar dietas


No-dieta

Posted: 19 May 2011 02:52 PM PDT


No dieta
Si eres de las que te puede no comer entre horas, esta es tu No-Dieta; no busques más. La No-Dieta te propone de 5 a 6 comidas diarias para adelgazar comiendo, pues pocas personas somos capaces de aguantar el apetito entre las comidas. ¿Qué te proporciona la No-Dieta? Pues las estrategias de la No-Dieta te ayudarán a adelgazar y al mismo tiempo a mantenerte, es decir no recuperar lo perdido.

Adelgazar sin dieta


Al levantarte: Toma un vaso de agua con medio limón. Haz 5 minutos de ejercicio

Desayuno: Huevo escalfado o revuelto sobre una tostada integral. Dos rodajas de piña natural o zumo de naranja. Café o té con leche desnatada.

A media mañana: Vaso de agua con limón. Sándwich integral con salmón ahumado, tomate, un hilo de aceite y un poco de mostaza. Un plátano y una taza de infusión de té verde.

Antes de la comida: Vaso de agua con limón. Caminata a paso ligero de 15 a 30 minutos.

Comida: Taza de consomé o gazpacho. 100 g de pavo, pollo o ternera a la plancha con ensalada de rúcula y naranja. Rodaja de melón.

A media tarde. Agua con limón. Bol de fresones picados con yogurt desnatado y tres nueces. Infusión de melisa.

Antes de ir a casa. Media hora de caminata a paso ligero o pilates, bicicleta,...

Cena temprana. Ensalada con canónigos, un tomate, media cebolleta y medio aguacate picados, dos sardinas en aceite y dos pepinillos, todo ello aliñado con un hilo de aceite de oliva virgen, vinagre de módena, sal y pimienta.

Mientras ves la tele. Una pera o dos albaricoques o dos ciruelas... Una infusión relajante endulzada con una cucharadita pequeña de miel.

No-Dieta


Adelgazar sin dieta
Empecemos por nuestra forma de comer. Generalmente comemos con prisas y mirando el reloj para no llegar tarde, incluso en muchas ocasiones comemos de pie, pensando en que no tenemos tiempo ni para sentarnos, pues bien; debemos cambiar el chip. Siéntate a la mesa en una actitud relajada (tómate tu tiempo), y saborea cada bocado que llega a tu boca (cierra los ojos si es necesario). Las ingestiones lentas y relajadas son más satisfactorias y llenan más con menos, porque dan tiempo al organismo a generar la señal de saciedad.
Ingerir la comida a todo gas nos hace engullir más calorías de la cuenta de manera automática y de forma poco placentera. Piensa que comiendo despacio se come menos y se disfruta más.
Dejar de vez en cuando el tenedor en el plato es un buen hábito, pues ya verás como te das cuenta de que te llenas menos si haces pequeñas pausas para seguir una conversación.

Prepara tus menús con colores para alegrar la vista, por ejemplo si te preparas un filete a la plancha acompáñalo de verduras de diferentes colores; lechuga, canónigos, zanahoria rallada, tomate, cebolla, remolacha, espárragos verdes, calabacines a la plancha... incluso puedes probar con unas uvas. Las verduras y frutas aportan agua y muy pocas calorías en un volumen grande de agua, así que resultan muy saciantes.
Otra alternativa para aumentar la saciedad sin incluir muchas calorías es comenzar la comida o cena con una sopa o plato líquido como la crema de verduras o el gazpacho. Pero no te confundas, no te vale que empieces la comida con un plato de caldo de cocido o de una crema de verduras a la que se le ha añadido nata.

Haz el cambio de la harina blanca a la integral. Escoge productos elaborados con harina blanca por los que se hayan elaborado con harina integral; llenan más y aportan menos calorías, además son fuente de minerales y fibra que mejora los niveles de colesterol. Y si cambias la mantequilla o margarina por aceite de oliva, o incluso mejor, cambiar las grasas por un zumo de tomate supondrá varios kilos de peso menos al año. Cambiar la mayonesa casera (sólo con clara de huevo) por el ketchup y la salsa de mostaza por más rodajas de tomate o cebolla en la hamburguesa son pequeños hábitos que también restan. Una pizza vegetal por un bocadillo de carne, o un sandwich de lechuga y embutido de pavo por uno de bacon puede ahorrarte un centenar de calorías de golpe. Y lo mismo pasa con los platos de pasta, si eliges bien los ingredientes puedes convertir un plato altamente calórico en uno bajo en calorías. Seguir la No-Dieta despierta la imaginación anticalórica sin pasar hambre.

Apúntate al Adelgazar durmiendo. Dormir una hora más cada día te ayudará a perder hasta 7 kg al año, entre otras razones está la de que en una hora más de sueño se reducen las probabilidades de picar. Otra es que cuando se duerme poco se aumenta los niveles de las hormonas responsables de la apertura del apetito por lo que es más probable que se coma más cantidad.

El té verde o el té oolong contienen sustancias como la cafeína y las catequinas, que ayudan al organismo estimulándolo al menos durante algunas horas. Hay estudios que demuestran que con dos tazas al día de alguno de estos tés, se puede llegar a quemar hasta 50 calorías diarias (2,5 kg al año). Olvidate de los refrescos y, si eres un/a adicto/a los refrescos con burbujas, puedes hacértelos con agua con gas, un chorrito de limón y una pizca de azúcar; te ahorrarás calorías extras.

El tamaño sí importa. Un estudio de la Universidad de Cornell asegura que la gente acaba bebiendo más líquido si se lo sirven en un vaso ancho y bajo, por eso pásate a los vasos altos y largos para tu refresco, vino o zumo. Si te sirves la comida en platos de postre comerás menos, pues puedes ahorrarte entre 100 y 300 calorías diarias (5-10 kilos al año).
Y si vas a una fiesta u ocasión en la que se incluye el alcohol, bebe un vaso de agua entre cada copa, pues el alcohol tiene más calorías por gramo que los hidratos de carbono o los prótidos. Si alternas agua con alcohol, controlarás mejor lo que bebes y te mantendrás hidratada.

Si puedes elegir entre comer en casa o en el trabajo, opta por la primera opción, pues las personas que comen cinco días a la semana en casa tienden a pesar menos que los que comen fuera. A veces no hay más remedio, pero hay personas que deciden comer fuera por no cocinar, si eres una de ellas lánzate, pues cada vez resulta más fácil prepararte una ensalada con las bolsas preparadas, o un buen plato de pescado (congelado) al microondas con unos trozos de puerro.
Si eres de los que comen fuera de casa cinco veces por semana, pasa de la mantequilla y toma la mitad del pan, comparte el primer plato con otra persona y pide verduras o un entrante como plato principal. Cambia las patatas fritas por una ensalada o verduras. Pide las carnes y pescados a la plancha o al vapor. La pasta o el arroz, que te los sirvan con salsa de tomate. Si no puedes pasar del postre, compártelo con el resto de los comensales o pide fruta o una pequeña bola de helado.

Apúntate al 'Hara hachi bu', un hábito alimenticio procedente de una isla de Japón, donde comen hasta que están llenos en sólo un 80%, al contrario que nuestra cultura en la que estamos acostumbrados a comer hasta saciarnos. La 'Hara hachi bu' resulta una excelente estrategia para perder peso y para fomentar la longevidad; muchos habitantes de la isla sobrepasan el centenario.

Los vegetarianos pesan un 20% menos que los carnívoros. Al parecer las legumbres tienen mucho que ver, pues son muy saciantes. Inclúyelas en tu menú dos veces por semana.

Practica deporte; puedes quemar 100 calorías diarias caminando 1,5 km durante 20 minutos al día, o corriendo durante 10 minutos, limpiando la casa durante 30 minutos, pedaleando durante 20 minutos o bailando durante 25 minutos.
Tu organismo está quemando continuamente calorías aunque estés en reposo; es el conocido metabolismo basal, y es más alto en personas que tienen mucha masa muscular. En medio kilo de músculo se queman unas 6 calorías al día simplemente para mantenerse, mientras que medio kilo de masa grasa apenas gasta 2 calorías. Esta pequeña diferencia es el suma y sigue de las calorías, practica los ejercicios con pesas, subir escaleras, bailar, correr, hacer pilates,...

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