miércoles, 14 de diciembre de 2011

Dieta del Dia

Dieta del Dia


Qué comemos y cuánto comemos

Posted: 14 Dec 2011 12:04 PM PST


El estudio Dieta Total permitirá conocer con detalle los alimentos que conforman la dieta media de la población española

En 2008 se inició el Estudio Nacional de Consumo de Alimentos, una investigación que permitirá conocer de un modo muy detallado qué alimentos constituyen la dieta media de la población adulta y en qué cantidades se consumen cada uno de ellos. Este verano ha marcado la entrada en la fase final, previa a la redacción de las conclusiones de este trabajo, promovido por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), dependiente del Ministerio de Sanidad y Política Social, y ejecutado por la Fundación Bamberg.



Es la primera vez que se recaba información pormenorizada sobre los alimentos que comen los ciudadanos y en qué cantidades. El personal especializado que realizó la encuesta inicial buscó datos objetivos en ciudades y pueblos de toda la geografía, dividida en cuatro regiones -norte, sur, centro y este-, e hizo un seguimiento a los ciudadanos voluntarios durante las cuatro estaciones del año. Hasta el momento, se tenían datos y se manejaban estadísticas sobre hábitos de consumo, pero este plan es mucho más ambicioso y complejo, como evidencia el hecho de que, para analizar el consumo estacional de alimentos, se han sucedido cuatro encuestas, una por estación, y la investigación abarca 500 alimentos, sin que se realice intervención alguna sobre los participantes.
Datos individualizados

El modelo de consumo ha empezado a cambiar y a definir un nuevo patrón de alimentación. Conocer la composición de las dietas de la población y distinguirla por regiones y grupos de ciudadanos es necesario para llevar a cabo la oferta de servicios y necesidades. El Instituto Nacional de Estadística realiza de manera periódica estudios de salud que recogen los hábitos dietéticos en la vida cotidiana, pero en la última década se ha evidenciado la falta de un análisis específico que atienda en exclusiva a la alimentación.

El modelo de consumo ha empezado a cambiar y a definir un nuevo patrón de alimentación

Los datos que se recaban también son necesarios para llevar a cabo actividades de investigación y de control en áreas de nutrición y de seguridad alimentaria. Resultarán imprescindibles para establecer los niveles máximos permitidos de contaminantes en los diferentes alimentos y servirán de soporte al Proyecto Dieta Total en España, acometido desde la AESAN.
Dieta Total

En la actualidad, esta entidad desarrolla el Estudio Epidemiológico Nacional sobre Consumo de Alimentos en España para analizar los contaminantes químicos y los nutrientes, es decir, los contaminantes ambientales y agrícolas, los residuos plaguicidas y los de medicamentos veterinarios, así como los aditivos alimentarios. El fin es evaluar la seguridad de la fuente de alimentos a través de la exposición a contaminantes químicos en la dieta y sus implicaciones para la salud pública. Se pretende conocer hasta qué punto los distintos contaminantes químicos, ambientales u otros pueden tener impacto en el desarrollo o modulación de diversos trastornos y patologías, alteraciones hepáticas, renales y hormonales, enfermedades musculoesqueléticas, defectos de nacimiento, nacimientos prematuros, problemas de desarrollo del sistema nervioso central y de los sentidos, enfermedades cardiovasculares, demencias, problemas de reproducción y cáncer. También trata de establecer normas defendibles para los alimentos domésticos e importados.

El objetivo de Dieta Total es analizar los contaminantes químicos y los nutrientes

El objetivo es determinar el contenido de contaminantes en los alimentos según su naturaleza y procedencia, desde las emisiones tóxicas ambientales (metales pesados, arsénico, dioxinas, bifenilos policlorados) producidas por los automóviles y factorías, hasta otras que llegan mediante algunas prácticas en agricultura (pesticidas, herbicidas...) y ganadería. Un segundo paso consiste en analizar las sustancias que migran a los alimentos mediante el procesado, almacenamiento y distribución, desde los materiales de envasado o desde los equipos de fabricación (plastificantes, metales), así como los productos generados durante la preparación o cocinado de los alimentos (hidrocarburos aromáticos policíclicos, nitrosaminas, acrilamida).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alienta los estudios de Dieta Total como una de las medidas más eficaces para evitar que la población quede expuesta a través de los alimentos a niveles insalubres de productos químicos tóxicos. Las investigaciones periódicas de Dieta Total pueden proporcionar seguridad sobre la inocuidad de los suministros de alimentos en relación con los productos químicos y orientar sobre la necesidad de establecer programas específicos de vigilancia.


¿Sabes cuántos azúcares comes y el límite sano?

Posted: 14 Dec 2011 04:41 AM PST


La mejora de la calidad de los hidratos de la dieta supone reducir los azúcares y sustituir las harinas refinadas por las versiones integrales

Los hidratos de carbono deben representar la base de la alimentación y la principal fuente de energía de la dieta. Pero no es lo mismo consumir hidratos complejos que azúcares o hidratos simples. Los primeros deben predominar sobre los segundos para gozar de buena salud física y mental y prevenir trastornos y enfermedades. Organismos nutricionales nacionales e internacionales marcan los objetivos nutricionales para los azúcares, de manera que no supongan entre el 15% y el 18% del total de calorías de la dieta. Además de los alimentos dulces por naturaleza (fruta o miel), cuentan los productos azucarados tan habituales en la alimentación convencional y que se pueden mejorar. ¿Cómo calcular los azúcares que se comen con asiduidad, pensar formas sencillas y prácticas para mejorar la calidad de los hidratos de carbono de la dieta y poner en práctica el plan?



Las recomendaciones nutricionales apuntan a que más de la mitad de la energía de la dieta debe proceder de los hidratos de carbono. Este grupo de nutrientes engloba moléculas de distinta naturaleza y formulación química, que se relacionan con efectos fisiológicos distintos, según sea el alimento rico en hidratos de carbono simples o complejos. Organismos oficiales nacionales e internacionales en materia de nutrición, como el Comité de Asuntos Médicos y Política Alimentaria y de Nutrición (COMA) y el Comité Científico Asesor en Nutrición (SCAN), proponen que la Cantidad Diaria Orientativa (CDO) de azúcares para mujeres y hombres adultos sanos suponga entre el 15% y el 18% respecto al total de las calorías de la dieta.

Para una mujer adulta sana que consume una dieta de 2.000 Kcal, tal rango de porcentajes equivale a un consumo recomendado de 75 a 90 gramos, según el grado de actividad física; hasta 120 g de azúcares, para un hombre adulto activo que consume una dieta media de 2.500 Kcal; y no más de 85 g, para niños de 5 a 10 años.
Azúcar al día

La siguiente tabla incluye una selección de los alimentos dulces o azucarados más comunes en la alimentación cotidiana de España. Saber cuántos azúcares simples consume una persona al día es tan sencillo como anotar en una hoja, con el máximo detalle y precisión, el registro de alimentos ingeridos durante todo un día que sea representativo de la dieta habitual. A continuación, se subrayan los alimentos dulces o azucarados que conforman la dieta y se suma la cantidad de azúcar que proporcionan estos alimentos.



Comer a diario más azúcares de la cuenta redunda en perjuicio para la salud. Cuantas más calorías se ingieran, hay más riesgo de sobrepeso y obesidad, más probabilidad de caries, de desarrollar diabetes mellitus o hipertrigliceridemia, entre otros trastornos.
Más complejos, menos simples

Si el resultado es un desajuste dietético y los azúcares superan con creces los máximos recomendados, conviene pensar ideas para mejorar en calidad los hidratos de carbono de la dieta. Una reflexión en cada una de las comidas del día, los tentempiés, los aperitivos y bebidas que de costumbre se toman en casa o fuera, permitirá hacer pequeños cambios con resultados positivos.


Los desayunos, almuerzos y meriendas menos dulces. El café azucarado, los bollos y bizcochos que lo acompañan, las tostadas con mermelada, las galletas o los cereales de desayuno azucarados, la barrita de cereales (también dulce), un zumo, un batido o la fruta son algunas de las tentaciones dulces que se eligen para el desayuno, la media mañana y la merienda. El alto contenido en azúcares simples de estos alimentos hace que se calme el apetito al instante, pero que se vuelva a sentir al poco rato, lo que hace que se picotee de nuevo.
Idea sana. Los alimentos salados pero saludables, como las tortas de arroz o maíz, los bocadillos y sándwiches, arroz con leche, pasas y frutos secos o la fruta con yogur aportan hidratos de carbono complejos y proteínas, y apenas grasa. También se puede preparar un muesli casero en distintas versiones, con manzana y pasas o de arroz, copos de maíz, pasas y almendra molida. Esta combinación de nutrientes reduce el hambre y los antojos de dulce, al tiempo que redunda en vitalidad y en la sensación de tener la mente despejada.


Los tentadores postres dulces. Una vez al año no hace daño, reza el refrán. El inconveniente es que comer postres dulces de todo tipo, desde pasteles y tartas hasta natillas y flanes, o bombones, es más frecuente en la dieta de lo que más de una persona cree.
Idea sana. Si por motivos personales o laborales se come con frecuencia fuera de casa y son tentadores los postres dulces, es posible iniciar la reducción de azúcares al pedir el postre para compartir. Una infusión será el fin digestivo y ligero de una comida fuera de casa.


Las bebidas de bares, cafeterías y restaurantes. Las bebidas refrescantes, incluidas las tónicas, contienen gran cantidad de azúcares (el equivalente a seis o siete azucarillos). Si se toman a diario, suman calorías vacías a la dieta habitual.
Idea sana. Elegir bebidas más saludables, con menos aditivos, como el agua, la de elección, las infusiones, los zumos naturales o los jugos de frutas y hortalizas. Si se opta por los refrescos, las opciones light no llevan azúcares añadidos, pero en su defecto contienen más aditivos (edulcorantes).

No obstante, la mejora de la calidad de los hidratos de carbono no solo pasa por reducir los azúcares, sino también por sustituir las harinas refinadas por las versiones integrales y por aumentar el consumo de legumbres.

F:erosky


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