sábado, 10 de diciembre de 2011

Dieta del Dia

Dieta del Dia


Alimentos que más sacian

Posted: 10 Dec 2011 08:03 AM PST


La capacidad para saciar de un alimento depende de sus componentes y factores como la consistencia, la forma de cocinado y el grado de cocción

¿Cuánto tiempo aguantas con hambre antes de comer de nuevo? Quienes han seguido dietas estrictas de adelgazamiento han podido comprobar que, si se ponen muchos límites a la ingesta de alimentos y se dilatan los tiempos de las comidas, al final ganan el hambre y la ansiedad, se vuelve a comer y, esta vez, bastante más de lo convenido. La Universidad de Sydney, en Australia, ha publicado un listado de alimentos comunes ordenados según su índice de saciedad. La clasificación responde a la capacidad de cada alimento para satisfacer el hambre y el apetito.

El proyecto se plantea como un recurso útil para que quien tenga un apetito desmedido o siga una dieta de control de peso escoja entre los alimentos más naturales y sanos y que, al mismo tiempo, le sacien más. Pero hay algo muy importante: el índice de saciedad es diferente en un mismo alimento según su consistencia, su forma de cocinado o la cantidad ingerida, aspectos relevantes que deben tenerse en cuenta para conseguir el efecto esperado tras el consumo del alimento.
Factores que influyen en la saciedad

El cocinado y el grado de cocción alteran la estructura físico-química de las moléculas del alimento, lo cual afecta a su propiedad saciante

La capacidad para saciar de un alimento, es decir, para calmar la sensación de hambre y apetito, depende en parte de su composición en determinados nutrientes como la fibra, el tipo de hidrato de carbono, las proteínas o el contenido en agua. Sin embargo, varios factores externos afectan a lo que algunos autores denominan "índice de saciedad", es decir, la capacidad de los alimentos para aplacar el hambre. Según la consistencia (sólida o líquida), la forma de preparación o la cantidad consumida, un mismo alimento puede tener distinto "índice de saciedad" y, por tanto, efectos en el hambre y en el apetito diferentes a los esperados.


Digestibilidad. Cuanto más fácil de digerir es un alimento, bien por su propia naturaleza o por el tratamiento culinario recibido, menor es el tiempo de permanencia en el estómago, lo que se puede traducir en menor sensación de saciedad. Una fruta pelada tiene menos fibra que la misma con piel, se digiere antes y, por tanto, sacia menos.


Volumen del alimento. La ingesta de alimentos se acompaña de una distensión del estómago, mayor o menor, en parte, según el volumen ingerido. Se tiene constancia de que a igualdad de ingesta calórica, los alimentos de mayor volumen prolongan más la sensación de saciedad. Un consejo clásico es tomar uno o dos vasos de agua antes de las comidas o comenzar con una sopa, una crema de verduras o una ensalada. Todas las propuestas tienen en común el aportar pocas calorías en proporción a su volumen.


Modo y grado de cocción del alimento. El cocinado altera la estructura físico-química de las moléculas que forman el alimento. Por efecto del calor, las proteínas del huevo o de la carne se digieren mejor. De otra manera, comer estos alimentos crudos, al margen de que pueda ser costumbre en determinadas regiones, resulta indigesto, además de poco seguro en cuestión de seguridad alimentaria. El calor también consigue que las macromoléculas de almidón de los alimentos, abundantes en el arroz y otros cereales, la pasta, el cuscús, las legumbres, el pan o las patatas se transformen en moléculas más pequeñas y digeribles (oligosacáridos, maltodextrinas...). Un arroz o una pasta muy cocida, recocida o recalentada (en lugar de "al dente"), a efectos de digestión y sensación de saciedad, no se comportan como alimentos ricos en hidratos de carbono complejos que dan sensación de saciedad, sino como una fuente de hidratos de carbono simples, de digestión más rápida. Esto explica que tras comer un plato de macarrones recalentados se tenga hambre antes de lo previsto.


Consistencia. Cuanto más se tenga que masticar un alimento, mayor será la permanencia en el estómago y la saciedad. Hasta el punto que se ha comprobado que un mismo alimento, con las mismas calorías y la misma concentración de azúcares, tiene efectos fisiológicos distintos, entre ellos el de saciedad, según el estado en el que se tome. La naranja en zumo tiene un efecto saciante menor que si la misma naranja se come entera. De ahí que tomar bebidas azucaradas o dulces solas entre horas no sea un hábito sano.
ALIMENTOS SACIANTES, ¿ÚTILES PARA PERDER PESO?

Por su composición, algunos alimentos provocan mayor sensación de saciedad y, en un determinado momento, pueden ayudar a comer menos y, por ende, a controlar la ingesta. Sin embargo, el proceso de perder peso es más complejo y no solo responde siempre a algo tan simple como elegir alimentos que sacian o tomar complementos saciantes, la mayoría de los cuales son inútiles.

Muchos autores cuestionan el reclamo de "aumenta la saciedad" o "ayuda a calmar el apetito", que se adjudica o acompaña a variedad de alimentos por la complejidad del hecho de "sentirse saciado", un complicado mecanismo fisiológico que atiende a respuestas biológicas, físicas y mentales. Aluden a que el rendimiento que pueda tener un solo alimento en la reducción de la ingesta diaria no es medible, en tanto que no es real, ya que atiende solo a un momento concreto del día. En gran medida, la facultad para perder peso no depende tanto de la saciedad, sino de otros muchos factores externos, entre ellos, el patrón alimentario del individuo en la elección diaria de alimentos o las cantidades que tenga costumbre de comer.


Ideas para reducir calorías de tu dieta

Posted: 10 Dec 2011 04:36 AM PST


Muchas personas, además de proponerse ejercitar periódicamente y de cuidar llevar adelante una alimentación sana, procuran cuidar las calorías diarias que consumen como modo de perder peso. Para perder medio kilo en una semana necesitamos quemar 500 calorías por día. Te damos algunas ideas para reducir calorías de tu dieta en tus comidas de todos los días.


Cómo reducir calorías en el desayuno
Elige un yogurt griego en lugar de un yogurt común saborizado con frutas.
En lugar de agregar pasas de uva a tu tazón de yogurt, agrégale 15 uvas cortadas. Reducirás 50 calorías.
Elige tostadas de pan integral en lugar de cualquier otro panificado.
Elige leche descremada en lugar de leche entera
Si te preparas un omelette, sustituye alguno de los huevos por solamente claras



Cómo reducir calorías en el almuerzo
En lugar de dos rebanadas de pan integral para un sandwich, elige un pan de pita integral. Reducirás 30 calorías.
En lugar de mayonesa, usa hummus de garbanzo y te evitarás agregar 69 calorías, además de que es muy saludable.
En lugar de queso en un sandwich agrega diferentes vegetales.
Elige latas de atún al agua en lugar de al aceite.
En lugar de pancitos prueba con bastoncitos de zanahoria o apio para acompañar tus dips.



Cómo reducir calorías en la cena
Elige una hamburguesa vegetariana en lugar de una de carne y reducirás la ingesta en al menos 190 calorías.
Escoge vinagretas de hierbas o aceto balsámico en lugar de condimentar con aceite o mantequilla y ahorrarás 80 calorías.
Siempre comienza tu cena con una ensalada para evitar comer de más en los platos más calóricos.
Utiliza rocío vegetal en lugar de aceite para cocinar a la sartén o plancha.
Prepara pizza con la mitad del queso que usualmente usarías, o sólo con vegetales.
Elige sopas tipo minestrone en lugar de sopas crema.



Cómo reducir calorías al elegir postre
En lugar de unas galletitas con chips de chocolate, date un gusto con 3 barritas de chocolate amargo y reducirás alrededor de 100 calorías.
Ten cuidado con los café gourmet. Un café mocha tiene alrededor de 400 calorías. Escoge un café común con un poco de canela.
Sírvete sólo la mitad de una porción de postre y complétalo con frutas.
Sustituye la mitad del aceite en una receta de panificados por puré de manzanas.
No agregues mantequilla a tus palomitas de maíz. Espolvoréales sal o levadura de cerveza.
Comparte tu porción de postre.




Prueba estos sencillos consejos para ir restando calorías de tus comidas en el día a día.



Complementa esta información en nuestro sitio con esta calculadora de calorías y aprende 10 formas de quemar calorías.


La dieta del limón para depurar el organismo

Posted: 09 Dec 2011 02:18 PM PST


La dieta del Limón es desintoxicante la cual se puede realizar una o dos veces al año, para así poder depurar el organismo y también bajar de peso. La dieta del limón es restrictiva, por lo que se aconseja no hacerla por más de 5 días, que es el tiempo indicado. Esta dieta utiliza las propiedades del limón que aparte de ser diurética, depurativa y desinflamante, cuenta con propiedades adelgazantes increíbles. El limón es la base de esta dieta y deberá estar acompañado de verduras, frutas y carnes. Plan alimentario para cada día. El desayuno y la merienda de todos los días debe incluir: té con limón y edulcorante. La colación a media mañana un pomelo o una naranja. El zumo de limón deberá estar diluido con agua templada y beber de 6 a 8 vasos diarios. Primer día: El primer día beber zumo de limón diluido con agua templada durante todo el día y en el almuerzo y cena, consumir preparaciones a base de verduras cocidas como, espinacas, zapallos, acelgas, zapallitos, etc., excepto patatas. Segundo día: Almuerzo: beber dos vasos de zumo de limón diluido en agua templada, un plato grande de ensalada de zanahoria, berro, tomate y dos rodajas de piña. Cena: tomar dos vasos de zumo de limón diluido en agua templada, un plato mediano de arroz integral con huevo pasado por agua, y una pera. Tercer día: Almuerzo: beber dos vasos de zumo de limón diluido en agua templada, una pechuga de pollo a la parrilla con limón, un tomate cortado al medio condimentado con perejil, ajo y aceite de oliva, una manzana. Cena: ingerir dos vasos de zumo de limón diluido en agua templada, una ración de budín de zapallo, una ensalada de lechuga y tomate, una taza con 15 fresas. Cuarto día: Almuerzo: ingerir dos vasos de zumo de limón diluido en agua templada, una porción mediana de pescado a la plancha con limón, ensalada de berenjena, dos rodajas de piña. Cena: dos vasos de zumo de limón diluido en agua templada, zapallitos rellenos con arroz integral y queso, puré de zanahoria, una pera. Quinto día: Almuerzo: beber dos vasos de zumo de limón diluido en agua templada, una porción de carne de ternera, una ensalada de distintas clases de lechuga, tomate, pepino, una manzana. Cena: tomar dos vasos de zumo de limón diluido en agua templada, una porción de pollo al horno sin piel, espinaca gratinada con salsa blanca dietética, dos rodajas de melón.


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